miércoles, 5 de julio de 2017


Martes 22 de agosto de 2017, (090318)
Miriam:
        Ayer volvió a moverse esto que siento por ti, ayer me enteré de que no quieren que regrese al lugar del que me corrieron porque te puse cosas en Internet... y de ahí se brincan hasta la palabra secuestro (creo que dicen que tú temes que yo te secuestre. Y yo ya había oído algo como eso cuando en los días previos a mi expulsión se juntaban en recepción a platicar, y oía cosas como hacia mí, pero yo no sabía que eran con toda intención, y tú casi no hablabas, y la que más hablaba era la que habla más, y un día –creo que fue el lunes 5 de junio–, de repente, empecé a oír una voz desconocida de hombre echándote los perros, y ella le daba alas, y él no las necesitaba mucho, porque por lo que se oía tú le gustas, creo que ella te andaba buscando novio, se ve que ya estaba muy desesperada).
        Ahora ya hasta me obligan a tener que defenderme de lenguaje tendencioso y de acusaciones tan irresponsables.
        Desde ayer lo que siento por ti se ha convertido en pena, en lamento de que seas una pobre tonta más, ayer cuando me dijeron eso del secuestro lo único que pude decir fue que si te tuviera frente a mí sólo podría decirte: pobrecita, estás loquita.
        Te amé (y ya te he escrito un poco de cómo fue que fui cayendo en ese amor, fue un proceso de amor, si me enamoré de ti fue porque con tus actitudes te me fuiste haciendo amor, ese amor me lo alimentaron tus actos, no tu cara, no tu cuerpo, no te creas más de lo que eres, para mí), y te sigo amando (a pesar de que me has causado tanto sufrimiento. Pero ese sufrimiento me ha ayudado, he avanzado mucho en mi libro –me ha hecho ver más a cosas como la pasión y la razón, y pasión es el amor, o el hambre, y la razón me hace seguir haciendo lo que estoy haciendo, para poder arreglar al mundo de los humanos, al explicar un mundo apto para los perros, pero no para la razón–, tal vez por eso no siento nada negativo hacia ti), porque el corazón es el que nos dice lo que nos pasa en realidad, y este corazón todavía te recuerda mucho. Y es triste (y muy loco) que creas (o que hagas como que crees) eso del secuestro, pero aun y así no puedo sentir enojo, sino lastima. Y no es bonito torturarse pensando que lo que me separó de ti fue sólo cobardía y mentira.
        Porque no sé a qué te refieres con que te puse cosas en Internet (para empezar sólo las había puesto para ti –ese blog lo tenía cerrado y sólo a ti te había dado su dirección electrónica http://miriamestoestuyo.blogspot.com, y no eran cosas raras, ahí sólo había amor e historia de ese amor. Y lo que había puesto –y si ya no está es porque hace 11 semanas me pidieron que lo quitara. Y hace 10 semanas me dijeron que en 2 semanas ya iba a poder entrar de nuevo, que nada más me esperara a que terminaran unos cursos que la Policía Judicial estaba teniendo en las instalaciones de ustedes, y pasaron esas 2 semanas, y yo he estado esperando, y apenas ayer volví a tener noticias. Y ya me mintieron, y apenas ayer me enteré de que para ustedes yo soy un posible secuestrador, y a ustedes parece no importarles que no tengan nada que sustente a esa calumnia tan peligrosa está en la parte de abajo de este documento, bajo las fechas del lunes 5 de junio hacia abajo, con excepción de lo que está fechado como viernes 26 de mayo de 2017 –esa entrada la escribí, pero como no estaba seguro de todo lo que ahí describía no la había incluido–, son 14 entradas fechadas en total. Y 13 de esas entradas también te las entregué impresas en una hoja el miércoles 24 de mayo de 2017 como a las 4 de la tarde), pero mucho menos sé de dónde sacas eso del secuestro (porque si de lo que te escribí con fecha anterior al 5 de junio tú sacaste la conclusión de que soy un secuestrador, entonces tienes demasiada imaginación –porque no ha habido más entre nosotros, nunca he hablado contigo, lo único que te he dicho ha sido hola y hasta luego, y sólo 2 veces te dije tu nombre. Y lo que escribí es lo que siento por ti y cómo fue haciéndose eso, y ya después lo he ampliado, porque he tenido que explicar para todo el mundo cosas que en principio sólo estaban escritas para ti, porque tú sabías lo demás y yo no tenía necesidad de escribir lo que tú ya sabías–, pero pienso que tú no eres tan absurda, o maliciosa, e imagino de quién pueden venir palabras tan imprudentes, una vez ella y tú estuvieron platicando de un secuestro que habían hecho unos conocidos de ustedes, y no se les oía horrorizadas, sino divertidas –y yo sé que tú ríes mucho–. Y en caso de que ella sienta algo por ti eso no le da derecho a causar daño, yo sé lo que es ella –por eso tiene la voz un poco grave–, pero de eso ella no tiene la culpa, así nació y nadie elige nacer como hombre heterosexual o como mujer heterosexual o con mezclas de ambos, y en las mezclas más paradójicas es donde pareciera que hay eso que llaman homosexualidad, pero la homosexualidad no existe, que los exteriores no nos engañen, sólo hay heterosexualidad, bisexualidad, y tal vez asexualidad, los gays y las lesbianas pueden ser heterosexuales o bisexuales, pero no pueden ser homosexuales, porque “ellos” y “ellas” son una mezcla que tiene partes incompletas de hombre heterosexual y de mujer heterosexual. Y muchos de los que por fuera se ven como hombres o mujeres “normales” podrían ser bisexuales, y si la mayoría de los bisexuales puede mantener ocultos toda su vida sentimientos tan “vergonzosos” es porque la bisexualidad no es una, sino en una gran variedad de grados–. Y no estoy seguro de que ella sienta algo por ti, pero la alharaca que hizo el jueves 18 de mayo cuando te vio vestida con ropa negra no es normal –y como tú fácilmente te paniqueas cuando sientes que te han pescado, por eso te molestó que “te pusiera cosas en Internet”, cosas que te evidenciaban, de que también tienes tu lado tierno–. Y el lunes 29 de mayo –como a las 10:15 de la mañana– oí lo que te dijo, pero no le di mucha importancia, pero ahora me doy cuenta de que ella ya estaba tratando de que te sintieras víctima –y tú no necesitas que instiguen mucho a tu gran amor propio–).
        No he vuelto a pasar cerca de ese lugar en el que tú trabajas (y he ido muchas veces a la biblioteca del Corredor Histórico CAREM cuando necesito que me impriman algún documento, pero entro y salgo por la calle Tláloc, incluso cuando ya voy hacia El Descanso, el lugar donde vivo actualmente, aunque tenga que caminar de más –y casi siempre voy como a las tres y media de la tarde, cuando sé que ya no hay muchas probabilidades de que pudiéramos cruzarnos en ese lado del CECUTEC–), porque no tengo ganas de ver a ninguno de ustedes (o de que me vea alguno de ustedes, no quiero dar motivo a que pudieran creer que ando acechando), porque yo no merecía que me trataran como me trataron: me echaron a la policía, como si fuera un delincuente (y yo no lo soy, yo nunca he cometido nada reprobable, nunca he tenido ningún vicio, desde que era pequeño me di cuenta de la gran diferencia en inteligencia que siempre había entre mis compañeros y yo, y eso me fue marcando, y a los 17 años de edad me di cuenta de que todos ustedes parecía que estaban operados del cerebro, y desde entonces me puse a leer de todo, porque para poder hacer algo para arreglarlos a ustedes había que saber lo más posible. Y puedo dar casi cualquier materia hasta nivel bachillerato, y varias a nivel universitario, y si no estoy dando clases es porque yo no puedo vivir como todos ustedes, en esa normalidad de ignorancia y de maldad).
        Yo he seguido mi vida normal de leer y escribir, porque algún día lo que escribo servirá para darle arreglo a esta humanidad tan tonta (en http://arreglaralmundo.blogspot.com está algo de lo que he escrito, y ahí también podrían darse cuenta de lo que yo soy. Y a ver si algún día no les da vergüenza andarse con tanta tontería conmigo).

        






Jueves 17 de agosto de 2017
Miriam:
        … este amor que te tengo se ha modificado y qué bueno, porque ya no sufro tanto, pero no me hago ilusiones, el amor es sólo una fuerza natural, una fuerza animal, que sólo es lo que es, que no depende de nosotros, una fuerza que nos atrapa, una fuerza que nos fuerza, una fuerza que hace su voluntad, una fuerza que tiene su propia vida, su propio ritmo, una fuerza que no controlamos nosotros, una fuerza que es sólo cuando es, y hoy es contigo, creo, porque anoche durante toda la noche me sentí muy bien, en paz, sintiendo mucho amor, pero no eras sólo tú la que inspiraba eso, había otras (que también estaban ahí, en ese estado en el que estaba atrapado, no estaba dormido, estaba despierto, a lo largo de toda la noche estuve despierto en muchas ocasiones), pero todavía es contigo con quien quisiera intentar el amor, darle su oportunidad, soñar, aferrarme. Porque no quisiera que eso que por momentos se asomó en ti (y que me fue enamorando) se desperdiciara, yo lo quiero, yo me acuerdo.
        …y con la que sea, será la que sea, pero primero tengo que sentir amor por ella, primero tengo que estar ya rendido, ya no poder con tanto amor, pero ya ves lo que me pasa por amar así, por haber nacido así. Yo no sirvo para andar de conquistador, yo sólo me acerco cuando el amor ya me está matando.
        … pero tal vez no fui yo, tal vez fuiste tú. O tal vez fui yo, porque así soy. O tal vez fuiste tú, porque así eres. O tal vez mi amor es muy brutal (sin comedia, sin engaño), pero es amor. Y tal vez tu amor es más común, infantil.
        … pero ahora ya poco importa quién tuvo la culpa, o la mayor culpa. Y lo peor de todo es que mi vida tiene que ser sólo para esta obligación de tener que arreglar al mundo, y como mi libro ha seguido avanzando eso me ha ayudado, y por eso mi amor se ha modificado (estoy enamorado, pero es un amor tranquilo, bonito, que en vez de matarme me da algo de paz). Y si fue mi culpa pues ni modo, así soy, así nací, pero por eso estoy haciendo lo que estoy haciendo, o sea que tengo que conformarme, pero qué triste que la vida sea así, tan terrible.
        … y no sé por qué apenas hoy caí en la cuenta de que tal vez mi error fue poner en Internet las cosas que te había escrito (y como en ellas te contaba de cómo fui enamórandome de ti, por cosas que habías hecho tú. Y tal vez te asustó que eso pudiera saberse).
        … o tal vez fue sólo la mala suerte que tú decidieras quedarte ese miércoles 24 de mayo (ya no habías vuelto a quedarte desde que el 25 de abril  te hicieron sentir “incómoda” –cuando fuiste a verme–. Y tal vez yo me precipité, tal vez tú ibas a empezar a quedarte mucho más seguido, no sólo los viernes, y quién sabe qué hubiera pasado. Pero yo ya quería que tú supieras que yo estaba perdidamente enamorado de ti), y yo ya estaba decidido, preparado, y ya no podía refrenarme, a la primera oportunidad lo iba a hacer, si no era ese día iba a ser al otro, o al otro. Si tan sólo hubiera podido aguantar unos cuantos días más, pero yo qué iba a saber de tu gran amor propio, porque eso fue, no fue mi forma de ser tan compleja (es decir, mi terrible honestidad, mi necesidad de que la gente sepa todos los detalles de los asuntos, mi necesidad de que las cosas se sepan lo más exactamente posible. Y por eso te escribí tan descarnado, sin adornos, sin cuentos, sólo lo que había y por qué lo había), fue tu amor propio, porque tú también estabas moviéndote (qué acaso crees que se me ha olvidado que el viernes 19 de mayo anduviste muy desatada, eufórica, fue el día que se fueron a hacer sentadillas, fue el día que te oí decir que los budistas dejaban hacer lo que uno quisiera…), pero no esperabas un amor real, sino uno más de cuento.
        … si no fuera como soy tal vez hoy estaríamos juntos, y tal vez en otra tragedia, pero no en la actual.
        … ojalá se pudiera retroceder el tiempo, ojálá existiera el hubiera…








Lunes 7 de agosto de 2017
Miriam:
        Hoy es otro día negro, pero no puedo sentir enojo hacia ti, sino sólo tristeza, y no creo que puedas imaginarte las complicaciones en que me has metido, y sin embargo no me queda de otra más que seguir, como sea, y esperar que tanto contratiempo no me afecte tanto.
        Y cada vez se me revelan más los detalles de cómo fui cayendo en este amor que te tengo, en esta atadura que tengo contigo. Recuerdo 2 viernes: el viernes 24 de marzo y el viernes 7 de abril (en el espacio de esos 2 viernes algo fue avanzando a pasos agigantados, en esos 2 viernes cuando a las 5 de la tarde cerraste sólo estábamos tú y yo, y no hubo viernes 31 de marzo porque ese viernes estuvo cerrado todo el día), el viernes 24 te ofrecí ayuda cuando a la hora de cerrar te pusiste a guardar algunas sillas (y el lunes siguiente a las 3 de la tarde tú fuiste a avisar que ya iban a cerrar –hasta ese día tú nunca lo habías hecho, de lunes a jueves tú o tu jefa siempre habían mandado a alguna otra persona–, y el miércoles 29 volviste a hacerlo, y ese miércoles fue la primera vez que te dije tu nombre –porque quería que notaras que me había dado cuenta–, tú estabas de espaldas, te dije hasta luego Miriam cuando pasé a medio metro de ti, y seguí caminando), y el viernes 7 me enamoré de ti, fueron suficientes 3 ó 4 minutos para que me enamorara de ti, ojalá que todo eso hubiera quedado filmado, porque yo no lo vi todo completamente (tú estuviste detrás y a los lados), pero no sólo fue lo que hiciste, sino lo que se sentía en el ambiente (y recuerdo como ibas vestida, llevabas una blusa, pequeñita), tú revoloteaste un poco, yo me moví lo menos posible, como que ya presentía que si me movía mucho tú ibas a asustarte e ibas a echar a volar (pero es que somos muy diferentes, cuando yo me enamoro es de pies a cabeza, por eso pierdo la cabeza). Y sin voltear te dije hasta luego. Pero el lunes siguiente (el 10 de abril) cuando a las 2:55 fuiste a avisar que ya iban a cerrar yo busqué tu mirada (nunca antes me había dado por hacerlo, yo veía que te asomabas y que avisabas mirando al aire, y te ibas), y nos miramos, y de ahí en adelante las siguientes ocasiones en que fuiste a avisar que ya iban a cerrar ya sólo me mirabas a mí (y si no fuera verdad hasta parecería que estoy inventado, pero desgraciadamente a mí no se me da mucho el inventar, por eso no he podido escribir novelas, pero los hechos definitorios sí que puedo identificarlos bien –me es inevitable, casi de manera inconsciente siempre estoy analizando los asuntos, porque recuerdo mucho, porque nací con mucha memoria–, por eso pude entender al mundo).
        Y te amo, tú eres el amor, aunque seas un amor terrible, las otras que llaman mi atención sólo son deseo (pero también por ahí puede empezar el amor, es la puerta más lógica. Y la necesidad del amor es perenne, y a veces uno no se enamora de su ideal, sino que nos enamoramos de casi cualquiera, y luego ya lo único que necesitamos es a esa casi cualquiera, porque estamos atrapados en ella, en el amor), deseo animal, pero el amor también es sólo una pasión animal, aquí no hay nada sacrosanto, ideal, permanente, aquí todo es muy primario, muy básico, vulgar, transitorio (todo tiene sus ciclos), pero por amor uno hace tonterías, aguanta tonterías.








Viernes 28 de julio de 2017
Miriam:
        … y entonces, cómo lamentar lo que hice (si en algún momento iba a tener que hacerlo –ya no podía seguir consumiéndome sin que tú supieras que te amaba, y cuánto, y cómo, y por qué… pero creo que no te gusta la verdad–. Y  luego vino lo que tú me hiciste –el martes 6 de junio de 2017 a las 10:10 de la mañana fui expulsado, porque “algunas personas” se sentían “incómodas”, y después el jefe que está arriba de ti y de tu jefa dijo que te habías asustado–, y todavía no entiendo por qué lo hiciste, ¿sería porque puse eso del desagrado que al principio me causabas?, y sé que muchas veces me excedo en mi honestidad, pero no podía poner que desde que te vi me enamoré de ti, porque eso no es verdad. ¿O sería porque puse eso de tu alcoholismo?, pero es que por lo menos 3 veces te oí contar que habías tomado tanto que habías quedado “ahogada” –y no me gustó enterarme de eso, me preocupó, empecé a ver mucha inconsciencia, además de la soledad y el vacío que me pareció ver desde esos viernes de febrero cuando empezaste a cerrar más tarde, yo no sabía a qué horas cerrabas, como a las 5 de la tarde yo me iba, y cuando pasaba frente a la oficina te miraba, a esa hora el pasillo ya estaba un poco oscuro–. ¿O sería porque lo que te había escrito lo puse en un blog y tú creíste que todo el mundo se iba a enterar?, y he estado pensando mucho en esto, porque tal vez ahí estuvo el crimen que parece que cometí, pero para mí fue muy natural poner en un blog lo que había escrito para ti, pero es que tiene ya algunos años que todos mis escritos los pongo en blogs, porque quiero que lo que escribo esté al alcance de cualquiera, pero los blogs no son tan públicos, porque es necesario que estén abiertos), si eras (y todavía eres, porque te siento, porque te lamento, porque el amor no se puede evitar, no se puede quitar a voluntad, con el amor no se puede, pero tampoco con el hambre. Y te amo, porque el amor no piensa, el amor sólo se siente, y nos ata a ti, como seas, aunque no seas buena, pero uno piensa que podrías ser buena, que podrías cambiar, y que entonces todo sería maravilloso) mi Dama (y hace unos días me di cuenta de que desde el miércoles 29 de marzo mi Dama ya se llamaba Miriam, y desde el martes 9 de mayo ya no se llamaba Miriam, se llamaba Miriamcita), mi locura, mi esperanza, mi posible liberación…
        … y parece que tengo que explicar un poco mis palabras, que eran sólo para ti, porque tú sabías lo demás, las otras partes, los contextos… pero que si lo leían otros no les iban a quedar claras muchas cosas (y yo iba a quedar como un tonto, como un pobre tonto, que ve cosas donde no hay nada… y que se enamora así. Pero es que no lo había escrito para los demás, pero tú hiciste que esto que te he escrito se hiciera público. Y algunas de las cosas que veo las recuerdo casi perfectamente, recuerdo lo que te vi hacer el viernes 19 de mayo de 2017 de las 9:56 a las 9:58 de la mañana, y recuerdo la cara que tenías la tarde del miércoles 17 de mayo de 2017 cuando te entregué el papelito donde estaba la dirección electrónica en donde está lo que quiero mostrar de mis escritos, y esa cara contrastaba mucho con algo de lo que hiciste al día siguiente, cuando fuiste vestida con ropa negra, y cuando fuiste a sonreírme), como eso de me sonreíste: Eran las 3 y media de la tarde del jueves 18 de mayo, ya no había ruidos, pero yo no sabía que tú todavía andabas por ahí. Eran las 3 y media, y de repente oí pasos, levanté la vista, y, eras tú, y me sonreíste, y te fuiste, de regreso a las oficinas, ese día andabas vestida con ropa negra, el día anterior yo me había acercado a ti y te había dado la dirección electrónica en donde están mis escritos... Y el martes 25 de abril hasta te hicieron sentir incómoda cuando te preguntaron que por qué habías ido a avisarme que iban a cerrar a las 3… si yo ya sabía eso, que cierran a las 3 (sólo a partir de mayo empezaron a cerrar más tarde casi todos los días), y que todavía faltaba media hora… y tú contestaste, más o menos (y en la voz se te notó que esa pregunta te agarró de sorpresa), que era para que yo fuera guardando (y es que nunca habías ido a avisarme con tanta anticipación, pero ese día andabas enferma y ya tenías que irte). Pero a partir de ese día tú ya no volviste a ir a avisar, creo que fue ese día cuando empezó la incomodidad y el susto (y el jueves 18 de mayo, el día que fuiste vestida con ropa negra, nuevamente te metieron en incomodidades, cuando la que más te conoce te preguntó por qué andabas vestida así, se ve que se le complicó mucho verte vestida de una forma no habitual en ti, y tú contestaste como no dándole importancia, pero ella sí le dio mucha importancia, se soltó hablando de ese color como si ese color fuera algo muy especial, parece que a esa pobre mujer en disfraz le afecta mucho lo que haces. Pobre Miriam, mira por dónde vine yo a perder).
        Y si hoy todavía te amo ha de ser porque en ti hay algunas partes bonitas.   
        Porque no sé por qué todavía estás tan presente en mí (y lo que más recuerdo son tus cachetitos), con todo lo bueno, y con todo lo malo, a pesar de todo lo malo. Y a pesar de que la gratitud que tal vez ya le debo a alguien ya debía de haberte sacado de mí. Pero no puedo negarte, no puedo negar que todavía hoy tú eres lo que más me hace sentir. El amor no está bien entendido todavía, el amor es una cosa de la naturaleza, una fuerza de la naturaleza (y en el amor –o deseo– a primera vista interviene la belleza de la cara o las formas corporales llamativas –porque los humanos somos animales, de una naturaleza que tiene caminos muy primarios de cómo continuarse–. Pero eso no me pasó contigo. Pero poco a poco fuiste haciéndote inquietud, amor, necesidad, añoranza), no es de ningún cuento de hadas, ni tampoco de voluntad, ni de sonrisas (mucho antes de las sonrisitas son las miradas –es decir, las feromonas, que son las causantes de ese tipo de miradas–, aunque la persona que las lanza ni siquiera sea consciente de cómo está mirando, de la mirada que está viendo la persona que es mirada. Pero ahí es cuando algo podría empezar a hacerse, a retroalimentarse, y lo interesante sería saber quién lanzó la primera piedra, es decir la primera mirada apasionada, y más interesante aún sería saber quién de los 2 va a sufrir más, porque no todos amamos igual, no todos podemos amar igual, porque los corazones no son iguales).








Lunes 5 de junio de 2017
Miriamcita:
        El sábado y el domingo me doliste muchísimo, y para consolarme sólo tengo los recuerdos, como lo del martes 25 de abril.
        Ese día tú te asomaste como a las 2 y media (y precisamente ese día yo había ya empezado a recuperar la historia de este amor) y me dijiste que iban a cerrar a las 3, ese día tú andabas enferma (creo que de gripa, pero que hacía que tu carita se viera como de niñita, tus cachetitos resaltaban aún más), y ya te ibas (pero antes de irte fuiste a iluminar mi vida, y mientras me hablabas yo aprovechaba para mirar la cara de quien amaba cada vez más).
         Y cuando me acuerdo de cosas como ésta me pregunto por qué te has alejado tanto desde el miércoles 24 de mayo en que te abrí mi corazón (y como yo no sé qué es lo que pasa ni siquiera te miro, porque no quiero que te sientas acosada, porque si yo te mirara sólo podría mirarte con lo que siento por ti, con amor, y con el sufrimiento que tengo que sobrevivir todas las horas cuando no estoy cerca de donde tú estás, de dónde por lo menos puedo oír tu voz, tu risa).








Viernes 26 de mayo de 2017
Miriamcita:
        El miércoles te entregué esto que te he escrito.
        Y ayer creo que no te vi, pero vi a una desconocida a la que no pude mirar bien, porque las 3 veces que intenté hacerlo ella esta mirándome tan fijamente que yo tenía que dejar de mirar.
        En caso de que hayas sido tú estabas como disfrazada, y muda (porque tampoco oí tu voz, ni tu risa).








Jueves 25 de mayo de 2017
Miriamcita:
        Ni voy a escribir todo lo que en las últimas horas ha pasado en mí, porque es demasiado y ahorita no tengo tiempo.
        Pero desde hace casi 2 horas lo que más traigo presente es tu cara de ayer (y eso que casi no la vi, pero pareciera que te tomé una fotografía en ese segundo que miré hacia tu cara), y siento muy bonito con traerla delante de mis ojos, delante de cualquier cosa que esté frente a mis ojos, se interpone, no me tapa lo que estoy viendo, pero ella está en primer plano, no sé cómo describirlo exactamente, pero lo que más se siente es dulzura en el corazón.








Miércoles 24 de mayo de 2017
Miriamcita:
        Ayer no te vi, nada más oí tu voz, pero no mucho, porque casi no estuviste.
        Y aunque no te vea, por lo menos me gusta que estés cerca, y oír tu voz.
        Y un día de éstos te daré la dirección electrónica de este sitio: http://miriamestoestuyo.blogspot.com, pero por favor, si no te gusta lo que está aquí, sólo olvídalo, el amor no es culpable, el amor simplemente se siente y obliga a que por lo menos el ser amado se entere de que (por cosas de la vida) para alguien se ha convertido en amor: dolor, ganas de llorar, muchísima  inquietud…
        Y recuerda, ahorita yo soy un hombre enamorado, pero lo que yo soy está aquí: http://arreglaralmundo.blogspot.com, para eso vivo, pero mientras viva tendré hambre y más cosas… me enamoraré, casi de cualquiera, pero no de cualquiera.



 




Martes 23 de mayo de 2017
Miriamcita:
        Si supieras cuánto te amo, cuánto te quiero, cuánto te adoro, cuánto te extraño, cuánta falta me haces.
        Ayer como a medio día entraste y miraste hacia mí, y si tú supieras que yo a veces soy de reacciones lentas, principalmente cuando estoy enamorado y de repente se aparece la mujer que amo.
        Y si no fuera terrible (que casi no duerma, que no me dé hambre. Y me obligo a comer porque no tengo que estar tan débil, pero no puedo obligarme a dormir) hasta sería chistoso: que tú entres y mires hacia mí y que yo me quede congelado, porque no sé qué hacer, porque no esperaba que tú entraras y que miraras hacia mí, y fueron 2 veces las que miraste (pero las 2 veces lo hiciste de manera muy rápida).
        Y sólo espero que pronto haya la ocasión de hacerte saber que te adoro, que eres mi amor, mi corazón, mi niña, mi bebé, mi bebita, mi Miriamcita.
        Y ya deja de andar tomando alcohol, por favor, por tu bien, por nuestro bien.







Lunes 22 de mayo de 2017
Miriamcita:
        Ya van 10 noches seguidas que casi no duermo. Sólo estoy pensando en ti. Y mi cuerpo también está lleno de ti, es como si todo mi cuerpo fuera corazón, porque todo él está como temblando, como latiendo, como hinchado…








Viernes 19 de mayo de 2017
Miriamcita:
        Ayer fue un día muy bonito, el miércoles tuve el valor de acercarme a ti, y ayer te vestiste con ropa negra (y no es que quiera que tú también andes con ropa negra, pero me gustó porque lo sentí como un mensaje), y hasta me sonreíste.
        Y yo me conformé con eso, con seguir soñando contigo, pero también estoy sufriendo, pero es que no sé qué hacer, espero que me tengas paciencia, espero que entiendas que algunos hombres somos medio mensos para eso de las mujeres.


 





Miércoles 17 de mayo de 2017
Miriamcita:
        Estaba deseando que tu amor se me calmara, que te amara, que te adorara, pero que no me dolieras tanto como en los últimos días, porque necesito algo de cerebro libre para mi tarea diaria de seguir entendiendo al mundo
        Ayer cuando iba llegando te miré, y lo que te vi te bajó un poquito del pedestal.
        Y luego más tarde oí que para ti tomar alcohol es casi normal (y yo no tomo, nunca he tomado, ni fumado, ni nada).
        Y sé que algo se empezó a mover en mí, y pensé que ya no te iba a amar tanto, pero después descubrí que te seguía amando, tal vez más, pero diferente.
        Espero que esto me ayude a desendiosarte.








Martes 16 de mayo de 2017
Miriamcita:
        Ayer (a la hora de la salida) pasé muy cerca de ti, y no te dije nada, ni siquiera te miré.
        Y eso me torturó tanto que otra vez no pude dormir (ya van 4 noches seguidas).



  




Viernes 12 de mayo de 2017
Miriam:
        … pero volví a verte (después de 2 semanas de no verte), y otra vez entré en crisis.
        Y ahora voy a tener que aguantar más de 66 horas para volver a estar cerca de donde tú estás.
        Va a ser otro largo fin de semana, y tengo que aguantar, sobrevivir…








Martes 9 de mayo de 2017
Miriam:
        ¿Por qué nos atrapamos con el amor, por qué estoy atrapado contigo?
        Y lo único bueno es que tu amor está algo controlado, duele, inquieta, pero no desgarra tanto. Y no me inutiliza tanto, por lo menos tengo libre como el 35% del cerebro.








Martes 2 de mayo de 2017
Miriam:
        Y el sábado como a la una de la tarde sucedió algo que me ayudó a no sufrir tanto: 2 niñitas (una de 3 y la otra de 7 y medio, son las hermanitas de Reina), y estuve con ellas como 3 horas (porque hubo fiesta del Día del Niño en la Iglesia en donde me dan pan).
        Y ahorita te extraño, pero no dueles tanto, no desesperas tanto, no me inutilizas tanto.
        Y me gustaría decirte que no sé el corazón de los demás, pero que el mío es un huérfano (no muy difícil de atraparse con alguien, pero tampoco tan fácil).


  





Viernes 28 de abril de 2017
Miriam:
        Hoy está siendo un día muy terrible, estoy perdiendo mucha agua, mi estómago está revuelto. 
        Y no quiero ni imaginar el largo fin de semana que me espera, y sólo espero que no sea tan duro, y espero que suceda algo que me saque de este influjo de amor.








Jueves 27 de abril de 2017
Miriam:
        … y ahora que ya he empezado a sufrir tu amor (ayer no te vi)








Miércoles 26 de abril de 2017
Miriam:
        … y ahora que me tienes estremeciéndome en tu amor (he vuelto a sentir la vibración que en mi cuerpo produce el amor), ahora que ya siento tu influjo, ahora que estoy atrapado en amor de ti.








Martes 25 de abril de 2017
Miriam:
        Cómo es el amor, aun para los que pueden amar, para los que lo están esperando…
        Porque recuerdo todo el tiempo que te vi (te conocí, o más bien, supe que existías, en diciembre pasado), y no me decías nada, que a mi cuerpo no le decías nada, no le movías nada (y es más, una ó 2 veces allá por diciembre o enero sentí algo negativo hacia ti, algo como un desagrado. Y no creas que no es duro confesar esto, pero simplemente trato de describir lo más exactamente posible lo que me ha pasado contigo, de dónde viene este amor).
        Y de pronto un día supe que me importabas, fue un viernes, creo que fue el viernes 17 de marzo.
        Y no sé por qué se me disparó algo contigo ese día, algo que tuvo que haber ido haciéndose por ahí, pero yo no me había dado cuenta.
        Ese día fue la primera vez que entraste a avisarme que ya ibas a cerrar, y recuerdo 2 cosas: que te veías muy bonita con ese vestido, y que había alguien contigo.
        Y ese día me fui lamentado de que ya tuvieras a alguien. Pero sólo eso, porque pasó, se pasó, no tenía por qué no pasarse, eras sólo una mujer bonita más, no había nada, yo no era nada para ti (y además, Reina todavía estaba muy fuerte en mí).
        Pero el lunes o el martes siguiente como que te oí decir que no había nadie en tu vida, e imagino que algo volvió a pasar en mí.
        Y el viernes 7 de abril empecé a sentir amor por ti, es decir, empecé a pensar sólo en ti, empecé a extrañarte.
        Y no sé por qué pasó lo del 17 de marzo (tengo sospechas, tal vez internamente agradecía que los últimos viernes tú estuvieras cerrando más tarde. Y poco a poco fuiste haciéndote algo en mí), pero creo que sí sé por qué pasó lo del 7 de abril: porque sentí como que te habías acercado.